Al usar agitadores industriales, las condiciones en las que funcionan pueden afectar significativamente su rendimiento. La temperatura, la presión y el pH son factores clave a tener en cuenta.
La temperatura juega un papel crucial en el proceso de mezcla, ya que puede modificar la viscosidad. Cuando los fluidos se calientan, a menudo se vuelven más delgados o menos viscosos, lo que puede alterar la facilidad con la que se mezclan. Los agitadores deberán estar diseñados para resistir estos cambios de temperatura.
Del mismo modo, la presión en el interior de la cuba o tanque también puede afectar al proceso. Una presión elevada puede afectar al funcionamiento del agitador y al comportamiento del fluido. Los agitadores deben ser lo suficientemente robustos para funcionar con eficacia, ya sea que la presión sea alta o baja, a fin de mantener una mezcla homogénenea.
El nivel de pH de la mezcla es una medida de su acidez o basicidad. El pH es crucial porque condiciona el material de construcción del agitador. Las partes mojadas de los agitadores están en contacto con la mezcla, y si la sustancia es muy ácida o básica, puede corroer o dañar las piezas del agitador. Los materiales utilizados para construir el agitador deben seleccionarse para resistir las condiciones de pH a fin de garantizar su durabilidad y evitar averías.
La elección de un material capaz de soportar estas condiciones de funcionamiento es primordial para garantizar el éxito de sus procesos industriales.